Dentro de cualquier área de estudio, nunca cae mal conocer qué es lo que sus académicos e investigadores creen y opinan sobre temas, problemas y controversias propias de cada disciplina. Los filósofos David Bourget y David J. Chalmers se dieron a la tarea de encuestar a varios de sus colegas y publicaron sus resultados en un detallado estudio en PhilPapers.
Siempre me ha parecido fascinante conocer las diferentes posturas o conjeturas que se contemplan y se debaten arduamente en las ciencias duras, seguirles la pista e ir viendo como nuevas evidencias van dando la razón a alguna o hasta refutan a todas. En la filosofía, las cosas generalmente no funcionan así y el valor de estudios como estos está, a mi criterio, en poder observar fríamente cómo se dividen las opiniones entre las personas que han dedicado sus vidas a pensar detenidamente sobre todos estos asuntos—algunos abstractos y aparentemente ajenos, y otros bastante cercanos y relevantes a la condición humana—y las relaciones entre diferentes ideas.
De acuerdo al documento de Bourget y Chalmers, enviaron cuestionarios vía correo electrónico a 1,972 de sus colegas en las facultades de Filosofía en 99 universidades (62 en Estados Unidos, 18 en el Reino Unido, 10 en Europa continental, 7 en Canadá y 5 en Oceanía) y recibieron respuesta de 931 de ellos (47%). Bourget y Chalmers notan, correctamente, que la mayoría de las universidades que tomaron en cuenta tienen una importante (pero no exclusiva) preferencia por la tradición analítica. Personalmente, me encantaría ver los resultados de una encuesta con una muestra más amplia, aunque sospecho que los resultados no serían tan diferentes.
Las preguntas se centraron en 30 temas o problemas típicos de la filosofía, como el libre albedrío, la existencia de dios, la naturaleza de la realidad, la estética y…hasta zombies (No, no es lo que están pensando). Los resultados completos pueden leerse, junto con un análisis de los investigadores, en el sitio de PhilPapers. Expongo aquí los que me parecen más interesantes y relevantes a los temas de este blog:
7. Libre albedrío: compatibilismo 59.1%; libertarianismo 13.7%; no hay libre albedrío 12.2%; otro 14.9%.
En el problema del libre albedrío, por ejemplo, casi el 60% se inclina por el compatibilismo. Es decir, admiten que la libertad humana está determinada por las leyes físicas, pero encuentran que ese hecho no la destruye. De allí el término; ven una compatibilidad entre las leyes deterministas de la Naturaleza y la libertad humana. Entre los compatibilistas hay diferentes matices, pero un principio que engloba casi a todos es que tal compatibilidad no se basa en algún tipo de sustancia inmaterial—el alma—sino en las mismas leyes naturales. Sería interesante conocer cuáles son los resultados dentro de los neurocientíficos, tomando en cuenta que es una disciplina científica que ha producido importantes datos que afectan directamente el debate.
8. Dios: ateísmo 72.8%; teísmo 14.6%; otro 12.6%.
Si hay algo en lo que casi todos parecen estar de acuerdo es en la no-existencia de dios(es). Los números, en este caso, son arrolladores: un 73% de los encuestados se inclina por el ateísmo. Resultados bastante similares a los que se obtuvieron en un estudio entre los miembros de la Academia Nacional de Ciencias—la élite científica de los Estados Unidos.
14. Meta-ética: realismo moral 56.4%; anti-realismo moral 27.7%; otro 15.9%.
En la vieja pregunta sobre la naturaleza de la moral, un poco más de la mitad aboga por la existencia de valores morales objetivos, hechos reales por características objetivas del mundo, independientes de las opiniones subjetivas de las personas. Esto es muy interesante y muy importante, porque contradice la opinión del público general de que a menos de que se tenga una creencia en dios, no se puede tener una moralidad objetiva. A pesar de que muchos comparten esa creencia, este no parece ser el caso entre los filósofos que se han dedicado a pensar detenidamente sobre ello.
15. Metafilosofía: naturalismo 49.8%; no-naturalismo 25.9%; otro 24.3%.
16. Mente: fisicalismo 56.5%; no-fisicalismo 27.1%; otro 16.4%.
Pensé que en estas dos preguntas el porcentaje de naturalistas y fisicalistas iba a ser bastante más alto, similar al porcentaje de ateos. Cabe resaltar que no-naturalismo no implica necesariamente ‘sobrenaturalismo.’ Me encantaría tener datos de hace 10, 25, 50 y 100 años para comparar y ver cómo han ido cambiando las opiniones de los filósofos sobre la naturaleza de la realidad y de la mente a lo largo de la historia reciente. Puede ser interesante, también, conocer cómo responden los neurocientíficos a la pregunta sobre la naturaleza de la mente.
25. Ciencia: realismo científico 75.1%; anti-realismo científico 11.6%; otro 13.3%.
Esta pregunta se refiere al debate sobre si los modelos y conceptos científicos tienen una correspondencia (si no exacta, por lo menos bastante cercana) a la realidad. Los realistas científicos creen que este es el caso, mientras que los no-realistas creen lo contrario. Hay matices, como los instrumentalistas, por ejemplo, que no se preocupan sobre la realidad de los modelos sino por su utilidad como instrumentos para movernos en el mundo. Quizás entre los filósofos de otras tradiciones, los resultados sean bastante diferentes, pero por lo menos entre los analíticos este tema no parece ser para nada controversial.
Debido a los temas que he tratado en este blog y mientras estuve en Plaza Pública, en más de alguna ocasión, he sido llamado fanático, extremista, idiota o loco. Sin embargo, por lo menos en estos asuntos (a excepción del libre albedrío), mis creencias y opiniones están dentro del consenso general de los filósofos. Me considero ateo, creo en una forma de realismo moral, creo que no se necesita nada sobrenatural para explicar la realidad, pienso que la mente se origina a partir de la química y la fisiología cerebral (incluso soy escéptico del concepto de “mente” como algo separado del cerebro), y me considero un realista científico. Me atrevo a decir que el resto de bloggers de este sitio (entre los que hay científicos y filósofos) opinan más o menos similar.
Sí, estas opiniones pueden ser extremas y minoritarias entre el público general, pero entre los filósofos son bastante populares; hasta mainstream.
Ana Raquel Aquino
Qué interesante esta entrada. No sé si será porque me siento identificada o porque me encantan los artículos en base a estadísticas.
Siempre he creído que no hay que creer todo lo que se dice no importando cuántas personas afirmen que son ciertas. Muchas veces, en lo que hay que fijarse no es en cuántas personas lo afirman sino cuál es la muestra.
Que este tipo de opiniones sean mainstream entre los analíticos y filósofos no me sorprende…
Que uno no sea profeta en su tiempo, tampoco….
Saludos Oscar!
Oscar G. Pineda
Hola Ana, gracias por leer y comentar. 🙂