El Cosmos es tuyo

Como científico, Carl Sagan tuvo una carrera muy productiva. Publicó más de 600 papers científicos y jugó un papel muy importante en el boom de la exploración del sistema solar de los 70s y 80s. Sin embargo, no fue eso lo que lo convirtió en el científico más conocido de los últimos 30 años. Sagan comprendió, quizás mejor que nadie, que el conocimiento científico nos pertenece a todos y dedicó la mayor parte de su tiempo a llevarlo a todos los rincones del planeta.

Para muchos de nosotros, amantes de la ciencia, Carl Sagan es una especie de leyenda; un rock star de la divulgación científica y el deseo de comprender el universo que habitamos. Pocas personas poseen esa mezcla perfecta de carisma, claridad, elegancia y contagiosa pasión que caracterizó todo su trabajo como portavoz del conocimiento científico y que llegó a su punto máximo en Cosmos: un viaje personal, su obra maestra. 

Cosmos fue más que una serie de documentales científicos escupiendo datos, fechas y números. Durante 13 horas repartidas en 13 episodios, fue una invitación a preguntar, explorar y contemplar la majestuosidad del universo y su capacidad de generar asombro. Nos dio una perspectiva cósmica de nuestro lugar en el universo y nos demostró el tamaño del ego humano al creer que todo existe para nuestro beneficio. Nos enseñó a ser escépticos y a comprender la importancia de no aceptar cosas sin evidencia. Nos mostró que la ciencia no es sólo un método exitoso de exploración y descubrimiento—también es la base de una cosmovisión coherente y hermosa, y en esto aprendimos el verdadero significado de la palabra awesome. De esta manera, de niño, Cosmos fue probablemente mi primer contacto con la filosofía. Aunque no lo sabía, estaba recibiendo filosofía en un programa de ciencia; filosofía a partir de la ciencia.

La cosa más poética que he escuchado o leído en mi vida, vino de Sagan en los primeros minutos del primer episodio: “Somos polvo estelar que ha tomado su destino con sus propias manos. […] Alguna parte de nuestro ser sabe que es de allí que venimos. Ansiamos regresar. Y podemos. Porque el Cosmos también está adentro de nosotros. Estamos hechos de polvo de estrellas. Somos una vía para que el Cosmos se conozca a sí mismo.”

Cuando en 2011 comenzaron los rumores de que Seth MacFarlane, Ann Druyan y Neil deGrasse Tyson estaban planeando un remake, me entusiasmé. Aunque en las tres décadas desde que se estrenó Cosmos ha habido cientos de documentales y series científicas, son muy pocos los que han logrado algo que se le asemeje. Únicamente Planet Earth (y sus secuelas) y la serie Wonders of … de Brian Cox han volado cerca. La idea de tener a la viuda de Sagan repetir su rol de escritora, a Seth MacFarlane como productor y gancho financiero y a Neil deGrasse Tyson como presentador me daba esperanzas de que se podía crear algo memorable y trascendente para las nuevas generaciones.

Luego de 3 años de espera y una campaña publicitaria sin precedentes para un programa de divulgación científica que incluye un estreno mundial en 10 canales y una introducción por Barack Obama, puedo decir que no estaba equivocado. Lo que vi ayer fue algo muy especial. A lo largo de 45 minutos, Neil deGrasse Tyson—como hizo Sagan en el primer episodio del Cosmos original hace 34 años—nos llevó en un viaje por la Vía Láctea con impresionantes paisajes visuales, dándonos información acerca de nuestros vecinos cósmicos y explicando qué hace especial a la investigación científica; pero más importante aun, manteniendo vivo el espíritu que hizo grandiosa a la serie original.

Al respetar este importantísimo detalle, Cosmos: A Spacetime Odyssey, tiene el potencial de lograr cosas grandes. Neil deGrasse Tyson nos transmite conocimiento de una manera simple, elegante y entretenida, a la vez que nos maravilla y nos despierta la curiosidad. Hacia el final de este primer episodio, deGrasse Tyson se toma unos minutos para hacer un emotivo homenaje a Carl Sagan que seguramente le sacará una lágrima a más de alguno.

En una época en la que la gente pone sus creencias e intereses políticos, ideológicos y religiosos por encima de los hechos, llegando a negar la existencia del calentamiento global y la evolución biológica de la vida en la Tierra, esta nueva encarnación de Cosmos no sólo es útil sino urgente. Como nos recuerda deGrasse Tyson en la secuencia inicial:

“Esta aventura es hecha posible por generaciones de buscadores, estrictamente adheridos a un simple conjunto de reglas: pon a prueba las ideas a través de la experimentación y la observación; construye sobre las ideas que pasen la prueba; rechaza las que fallen; sigue la evidencia hacia dónde sea que te lleve y cuestiónalo todo. Acepta estos términos…y el Cosmos es tuyo.”

Las únicas cosas que pueden arrebatárnoslo son el dogma y la superstición.

Cosmos: A Spacetime Odyssey se transmite los domingos a las 7PM en FOX (USA) y los martes a las 7PM en NatGeo para Latinoamérica.

Oscar G. Pineda

Oscar es un mamífero bípedo, de la especie Homo sapiens. Disfruta observando extrañas y repetitivas manchas en pedazos de papel, y oyendo a personas de acento raro hablar de peces con patas saliendo del mar; usando palabras raras como ‘qualia’ o números con muchos, muchos ceros. Tuvo la loca idea de dedicar su vida a hacer lo que le gusta, así que ahora está estudiando filosofía en la universidad y ciencia en su tiempo libre. Así se siente a gusto, cuestionando todo; hasta lo que “no se debe cuestionar”. Ah, y odia escribir sobre él mismo en tercera persona.

2 Comments

  • Reply March 10, 2014

    Sergio

    Perdón! he leído que ya viste la serie pero veo en los medios que la estrenan mañana 11 de marzo… estoy muy confundido ¿se trata del mismo “Cosmos” que anuncia el NatGeo?… no quiero perdérmelo, pero he visto notas donde me dicen que “ya me lo perdí”… si me ayudas a resolver esta duda te lo agradeceré mucho

    • Reply March 10, 2014

      Oscar G. Pineda

      Hola, Sergio, muchas gracias por leer y comentar. Sí, es la misma serie que estrenan mañana para Latinoamérica en el NatGeo. En Estados Unidos la estrenaron ayer en el FOX y ya está dando vueltas por internet, así fue como la vi. 😉

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