¿Quiénes somos?

Guatemala Secular funciona como una revista digital con una red de blogs; un punto de encuentro en el que varias personas de intereses, gustos y backgrounds diversos nos reunimos para opinar sobre temas diferentes y compartir recursos e información que nos parecen valiosos. No necesariamente estamos de acuerdo en todo y lo que nos une es nuestro marcado escepticismo de la religión y otras cosas no comprobables, nuestro amor por las ciencias y la filosofía, nuestro interés por presentar una visión crítica, científica y secular del mundo, y nuestra defensa de un estado laico con un verdadero muro de separación entre iglesia y Estado.

 

Estamos totalmente conscientes de que la religión es algo muy importante para muchas personas, sobre todo en Guatemala. Por esto mismo, las formas religiosas de ver el mundo tienen un lugar privilegiado e influencian casi todos los aspectos de la sociedad, dominando los debates públicos sobre temas que nos afectan a todos. Dicha influencia rara vez tiene un efecto positivo, ya que generalmente no es argumentada desde la razón o la evidencia, sino desde costumbres y dogmas antiguos que no permiten cuestionamientos.

 

En esto, puede decirse que es una forma socialmente respetada de superstición y es bastante desafortunado que se le de un trato especial que la resguarda de cualquier crítica o burla en nombre de una noción poco lúcida de “respeto,” y por miedo a herir susceptibilidades.

 

En este clima, buscamos ser un conjunto de voces que hable en nombre de la razón, la ciencia, la filosofía, el escepticismo y el humanismo secular, y que critique a cualquier persona o institución pública con poder e influencia pública que no lo haga o que promueva la ignorancia y la superstición. Nos enfocaremos en examinar críticamente las aseveraciones que hacen las religiones, sus llamados “libros sagrados,” el conflicto entre ciencia y religión, las supersticiones, la pseudociencia, lo “sobrenatural” y el pernicioso efecto que todas estas cosas tienen en la vida pública y privada—sobre todo en cuestiones de carácter sociopolítico, epistemológico y moral.

 

Buscamos ser un conjunto de voces que hable en nombre de la razón, la ciencia, la filosofía, el escepticismo y el humanismo secular, y que critique a cualquier persona o institución pública con poder e influencia pública que no lo haga o que promueva la ignorancia y la superstición.

 

Es una creencia generalizada que sin religión, el mundo sería un infierno caótico, cruel e inmoral en el que las vidas humanas pierden cualquier valor o sentido. Presentaremos argumentos robustos que demuestran que esto es falso y que un mundo sin deidades no es uno en el que la vida no vale y que no tiene sentido, sino uno en el que la vida cobra aun más valor y la búsqueda de sentido es más importante—precisamente porque es la única vida que vamos a tener.

 

Todo esto no quiere decir, por supuesto, que la ciencia y la razón sea lo único que vale. La literatura, la música, la pintura y las artes en general, son también fuentes valiosísimas que enriquecen mucho nuestras vidas. No creemos que debamos basarnos únicamente en la ciencia y en la razón porque estos son factores necesarios, más no suficientes; pero sí debemos de desconfiar de cualquier cosa que contradiga a la ciencia o que ofenda a la razón. Es importante que mantengamos una mente abierta (pero no tan abierta, que se nos caiga el cerebro), que respetemos el libre cuestionamiento y la abierta discusión de ideas como un fin en sí mismo.

 

Por que es así, y no con religión o con otras formas de superstición, como se eliminan los dogmas y los prejuicios que nos impiden resolver nuestros problemas con claridad sin prohibiciones limitantes y fábulas consoladoras de por medio; de conocernos mejor como humanos, de apreciar nuestras diferencias, de eliminar la discriminación por “razas”, creencias o preferencias sexuales y de construir un mundo más justo, más equilibrado, más pacífico y más saludable para todos.

 

No es algo fácil pero es lo que cada uno de nosotros intentaremos hacer desde nuestros respectivos espacios, cada uno manejado bajo criterio y responsabilidad propias de cada autor.